Yoga, Ayurveda y el sistema digestivo

En un nivel físico, tanto Yoga como Ayurveda nos enseñan que la salud de nuestro sistema digestivo es lo más importante para disfrutar salud a largo plazo. La digestión sana da una vida sana. Así de sencillo.

¿Pero qué es una digestión sana?

La digestión sana asegura que todos los nutrientes ingeridos sean asimilados de una forma sana para el conjunto de células que somos nosotros. Con otras palabras SOMOS LO QUE COMEMOS Y DIGERIMOS. Cuando la digestión es insuficiente, los tejidos del cuerpo como músculos, sangre y nervios se debilitan y esto conlleva enfermedades.
Una digestión pobre incluye exceso de gases, estreñimiento, diarrea, acidez, indigestión, dolores etc. La medicina occidental lo llama Síndrome de colon irritable, úlceras, colitis, pancreatitis.

¿Que podemos hacer?

Todo depende de nuestras acciones. Observa cómo y lo que comes, cómo vas al servicio, cómo te sientes y así empieza a examinar tu propio estilo de vida para e
ntender tu digestión. La manera de comer y el estado emocional son aspectos tan importante como lo que comemos. Cada uno de nosotros es un universo en si mismo y por lo tanto los alimentos ingeridos pueden variar dependiendo de la persona que eres. En Ayurveda, tratamos de encontrar tu dosha predominante, de encontrar dónde falla nuestro sistema digestivo y a partir de ahí, saber qué alimentos, sabores, etc. refuerzan y equilibran las energías vitales o los doshas. En Yoga y Ayurveda decimos que la pureza de la mente depende de nuestra dieta y todos tenemos la obligación de mantenernos jóvenes y sanos.

Se puede decir que tu cuerpo es como un coche que necesita gasolina, aceite y agua para funcionar bien. Tu cuerpo necesita buena alimentación, ejercicio adecuado y relajación para funcionar correctamente.
Aparte de la dieta, las posturas (asanas) y ejercicios de respiración (pranayama) el Yoga nos ayuda en nuestros trastornos digestivos.

Habitos saludables

• Comer despacito y relajado. Comer demasiado rápido y con prisa debilita tremendamente nuestra digestión.
• Comer lo justo hasta que uno esté satisfecho y no "lleno". Comer demasiada cantidad es muy duro para el estómago y se tranforma en toxinas con efectos posteriores desagradables como desarrollo de enfermedades. 
• Comer a temperatura adecuada. Alimentos fríos (de la nevera) o demasiado calientes hay que evitar.
• Crear un ambiente agradable mientras uno come. Evitar discusiones durante la comida.
• Masticar lo suficiente para facilitar su digestión. Utiliza tus dientes y la saliva. No hagas trabajar al estómago en exceso.
• Comer cuando uno siente hambre y no porque es la hora de comer.
• Compra comida fresca, de temporada y al ser posible de la zona.
• Cocinar al vapor o en el horno es más saludable que cocido o frito.
• Reduce el consumo de sal. Menos en invierno y más en verano. Puedes utilizar también tamari, salsa de soja o zumo de limón para dar sabor.
• No cocinar demasiado tiempo y preparar la comida justo antes de comer. Comida recalentada pierde prana y nutrientes. 
• Evita comer cuando estés enfadado o muy tenso.

Dieta vegetariana

Antiguamente los yoguis tenían una dieta vegetariana (y siguen teniéndola hoy en día) pero no es necesario que lo hagas si practicas Yoga. Todo depende del estilo de vida que uno tiene, el trabajo, el clima, etc. Si comes carne como parte esencial de tu dieta, puede resultar muy beneficioso reducir la cantidad. No hace falta comer carne todo los días, no podemos olvidar que la carne es difícil de digerir, contiene mucha grasa y colesterol y se putrifica en los intestinos, dejando toxinas y debilitando el cuerpo físico y mental. Sí es cierto que el cuerpo necesita proteínas, pero más vale ingerir proteínas de buena calidad. Tienes mucha más energía comiendo verduras, fruta, legumbres, cereales, frutos secos, incluso lácteos, etc. Si quieres tener una dieta vegetariana, no cambies radicalmente pero adapta el proceso poco a poco para que tu sistema digestivo tenga tiempo de adaptarse.

¿Como funciona el sistema digestivo?

1. La comida entra por la boca, donde masticamos los alimentos y los mezclamos con saliva. Esta fase es crucial para tener una buena digestión. Mucha gente no da la suficiente importancia a esta parte de la digestión. 
2. La comida pasa por el esófago.
3. Tres segundos después está en el estómago donde la comida se tritura aún más y se mezcla con ácidos y enzimas ahí segregrados. 
4. La comida pasa por el duodeno donde se mezcla con jugos del hígado y el páncreas. 
5. Luego la comida pasa a la parte media del intestino delgado (Yeyuno). El intestino largo tiene como función la absorción del agua y sales minerales hacia la sangre para que el cuerpo no pierda demasiadas de estas sustancias. Una vez extraídos éstos, lo que queda se seca y forma las heces. 
6. Al final pasa al intestino grueso y espera su salida por el ano.


La defecación es el proceso biológico de eliminación de las heces. Es un acto reflejo complicado. Cuando las heces pasan al recto, se mandan señales a las partes consciente e inconsciente de nuestro cerebro. Esto lleva a una decisión voluntaria de permitir o bloquear la evacuación. Si estamos relajados, el proceso es más eficaz. Estar relajado significa que el sistema parasimpático (relacionado con la relajación del cuerpo entero) PERMITE abrir el esfínter y dejar evacuar. Es importante no hacer fuerza en este momento porque estimularías el sistema simpático que es responsable de cerrar el esfínter. ¡Evacúa con la mente relajada!!!